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domingo, 12 de abril de 2015

Match Point

De vez en cuando me gusta repasar y disfrutar de las películas que ya conozco, realizando un segundo o tercer visionado, para comprobar si los años han desvirtuado el recuerdo de la primera vez o siguen produciéndome esa sensación de PELICULÓN al terminarlas.

Creo que es interesante ver algunas películas varias veces porque nunca te transmiten lo mismo. Y no porque ya no exista el factor sorpresa, sino porque tu sensibilidad y empatía hacia los personajes o la historia cambia en función de la situación en la que te encuentres: si te has enamorado recientemente, te han engañado, has tenido un hijo, estás feliz o te sientes perdido/a.
De todas formas, lo bueno es bueno, y te seguirá gustando sea cual sea tu momento vital.

Match Point se estrenó en 2005, así que ha pasado tiempo suficiente (10 años ya!!!???) para darle ese requerido repaso.

"Aquél que dijo "más vale tener suerte que talento", conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte, asusta pensar cuántas cosas escapan a nuestro control.
En un partido hay momentos en que la pelota golpea con el borde de la red, y durante una fracción de segundo puede seguir hacía delante o hacía detrás. Con un poco de suerte sigue hacía delante y ganas, o no lo hace y pierdes."


       

Con esta reflexión, que marcará toda la película, comienza este drama amoroso que juega con la seducción, la pasión, los celos y la desesperación.
Escrita y dirigida por Woody Allen, con un estilo diferente a la mayoría de sus obras. Para mi, entre las tres mejores de su filmografía. Elegante, potente, genial.

Con un final redondo se produce el Match Point, y este genio gana el partido. No se si has tenido suerte Allen, pero talento te sobra.

miércoles, 1 de abril de 2015

Oración para los vivos

“Vida,
Deshaz en mí todo aquello que necesite ser deshecho.
Corrige mi esperanza de ser enmendado.
Úsame. Saca de mí cada ápice de creatividad. Ayúdame a vivir una vida radicalmente extraordinaria, forjando siempre un camino jamás antes transitado en el bosque.
Enséñame cómo amar con más profundidad, como nunca antes creí que fuera posible.
Cualquier cosa de la que siga huyendo, síguemela mostrando con absoluta evidencia.
Cualquier cosa con la que siga en conflicto, ayúdame a suavizarme en ella, a relajarme en ella, a abrazarla completamente.
En donde mi corazón continúe cerrado, muéstrame la forma de abrirlo sin recurrir a la violencia.
Todo aquello a lo que me siga aferrando, ayúdame a dejarlo ir.
Regálame desafíos, luchas y obstáculos aparentemente insuperables, si crees que eso me ayude a tener una más profunda humildad y confianza en la inteligencia de la vida.
Ayúdame a reírme de mi propia seriedad.
Permíteme encontrar el humor en los lugares más oscuros.
Muéstrame un profundo sentido de descanso en medio de cada tormenta.
No me libres de la verdad. Nunca.
Deja que la gratitud sea mi guía.
Deja que el perdón sea mi mantra.
Deja que este momento sea mi eterna compañía.
Permíteme ver tu rostro en cada rostro.
Permíteme sentir tu cálida presencia en mi propia presencia.
Sostenme cuando tropiece.
Respírame cuando yo no pueda respirar.
Permíteme morir viviendo, no vivir muriendo.
Amén.”
Jeff Foster