Hace unos días tuve una conversación
sobre la crisis de cumplir años; un conflicto existencial que se nos plantea sobre
todo en los cambios de década, como si envejeciéramos mucho más a los 30 que a los 29, o al pasar la
barrera de los 59 a los 60. El caso es que suele ser en ese pequeño escalón
cuando surge el interrogante: ¿Mi vida es como la había imaginado? ¿Soy feliz?
¿Hay cosas que ya nunca podré hacer? ¿Estoy perdiendo el tiempo? Es inevitable
hacer una mirada retrospectiva para comprobar si todo va bien cada vez que
cumplimos un número redondo.
En el intento de buscar soluciones y aportar ideas positivas, se me
ocurrió preguntar "¿Qué cosas os gustaría hacer en los próximos años? ¿Cuáles
son vuestras metas? Quizá todo sea proponérselo…" Pero me sorprendió escuchar que todos los deseos eran
materiales y hacía falta mucho dinero para cumplirlos: tener un coche
deportivo, comprar un apartamento en la playa, hacer un crucero…
A lo largo de la conversación me di cuenta del problema. Es mucho
más cómodo tener metas materiales y así poder culpar al dinero
de que sean inalcanzables, que tener objetivos que requieran
planificación, esfuerzo, decisión y constancia, es decir, que dependan de nosotros mismos. De esa
forma, si no hacemos nada sabremos que fue culpa nuestra, que no dimos lo suficiente, que nos quedamos mirando los días pasar…Y eso nos
hace sentir mucho peor que convencernos de que nuestra plenitud depende del dinero.
Es cierto que no todo está a nuestro alcance y que muchas experiencias que desearíamos vivir exigen pagar un peaje demasiado alto, pero muchas veces menos de lo que pensamos. Es
cuestión de priorizar, de quitar de un sitio para ponerlo en otro, y sobre
todo, de PROPONÉRSELO.
Y como no me gusta predicar sin aportar ideas, os dejo algunos planes y consejos que no requieren ahorrar durante años y que te harán
sentir un poco más realizado. Si no has cumplido al menos la mitad, ¡no pierdas más el tiempo! Como dijo alguna vez William Walace "Todo hombre muere, pero no todo hombre vive", así que no os permitáis morir sin haber vivido.
1. Trabajar como voluntario
2. Aprender un idioma
3. Hacer buceo o snorkel
4. Aprender a cocinar
5. Hacer tu propia huerta
6. Reencontrarse con un amigo que no veías en mucho tiempo
7. Asistir a un partido de tu equipo favorito
8. Contemplar un amanecer/anochecer. (Son las típicas cosas que nos conectan con la tierra, nos hacen sentir parte del mundo y la naturaleza)
9. Aprender a tocar un instrumento
10. Coleccionar algo que te guste
11. Ver todos los clásicos del cine
12. Encontrar tu libro favorito
13. Viajar (dentro de tus posibilidades)
14. Crear una página web
15. Practicar un deporte de riesgo
16. Practicar un arte marcial
17. Estudiar. (Es importantísimo reciclarse y
no dejar nunca de aprender. Mantenerse activo intelectualmente nos hace sentir bien.)
18. Ir a un concierto de un grupo o cantante que te guste.
19. Hacerse amigo de alguien mayor o menor que tú. (Podríamos sorprendernos de
lo que pueden aportarnos personas de otra generación)
20. Crear una obra de arte. (Un cuadro, una poesía, una canción...)
21. Enseñar algo a alguien. (Dicen que enseñar es aprender dos veces)
22. Aprender de otras culturas.
23. Plantar un árbol.
24. Disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
25. Dedicar nuestro tiempo a las personas adecuadas.
26. Ser siempre tú mismo y no traicionar tus principios.
NO CUENTES LOS DÍAS, HAZ QUE LOS DÍAS CUENTEN
Muhammad Ali